El último jueves de Noviembre los americanos celebran el Día de Acción de Gracias. Con él rememoran lo mal que lo pasaron los pioneros cuando se plantaron en medio del invierno del noreste, lo majos que fueron los indios con ellos y ellos con los indios.
La viruela, el agua de fuego, el palo de trueno y el caballo de hierro vendrían después, pero la celebración original me parece encantadora. Así que, desde hace unos años, celebramos semejante día dándonos un festín a la americana con los amigos. Cualquier excusa es buena...
Pavo relleno, puré de patatas, sopa de calabaza, tortitas de boniato... manjares de la estación que compartimos mientras echamos unas risas ...y reconocemos que es un privilegio tener tan buenos amigos. Así que, a nuestra manera y por nuestros motivos, damos las gracias.
4 comentarios:
¡¡Qué fiestón!!
Una gran verdad... debiéramos dar las gracias en general, sin tener en cuenta lo "americano" de la fiesta.
Tienes toda la razón...veamos la botella medio llena, que son cuatro días.
Lo suyo es reunirse, brindar, comer, cocinar, regalar cosas y estar de buen humor siempre que se pueda, qué leñes.
Llámame cursi, pero O y yo nos conocimos un miércoles, desde entonces no nos hemos separado, y no veas cómo celebramos los miércoles, ¡ni que los hubiésemos inventado nosotros!
Preciosa iniciativa, tarta!!
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