Mi querida Esther considera que empacar a su esposo y sus hijas para dejarlo todo atrás y largarse a vivir a Australia no es suficiente aventura. Así que ha decidido aposentarse un añito en Buenos Aires para no cambiar de hemisferio de golpe.
Y hasta allí llegará este abecedario. Para que Ángela y Marina aprendan las letras.
Como Marco, mis labores viajan a Argentina.
2 comentarios:
lo dices en serio?
y xq no se van directamente a australia!!!
con este abecedario les será muy fácil aprender a leer!!!!!
pues qué valor!!
y qué emoción! te ha quedado super bonito y está muy bien que sea para colgar, me moola
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